Wellington Quinteros y sus hijos Paul e Isaac ahora prefieren ir a ver jugar al equipo de básquet de Barcelona y no al de fútbol. Ellos consideran que sus juegos “son más emocionantes y los jugadores dan un buen espectáculo”.

Su idea inicial fue ir a un partido para conocer cómo se juega este deporte, porque Paul, de 13 años, ingresó a las formativas del Ídolo, pero terminaron enganchados con las canastas. Tras disputarse la primera etapa de la Liga BásquetPro, los amarillos clasificaron al cuadrangular final como el mejor quinteto.

“Venirlos a ver jugar es sinónimo de disfrutar. Desde la primera vez que vinimos quedamos impresionados porque juegan bien y ellos sí ganan (entre risas). Uno sale feliz porque se ven buenos espectáculos, pero en el fútbol uno sale molesto”, dijo Wellington en medio del partido que Barcelona ganó 77 a 63 a Piratas, en el coliseo Abel Jiménez Parra, norte de Guayaquil .

ESTÁ ILUSIONADO

Paul es amante del básquet. Junto con su hermano Isaac (21) todos los fines de semana disfrutaban viendo la NBA (Asociación Nacional de Basquetbol, por sus siglas en inglés), sin embargo, ahora se centra en entrenar y ver los partidos del torneo nacional.

“Ahora solo veo los partidos que se juegan acá porque quiero conocer a los jugadores de todos los equipos, los que serán mis rivales. Me parece magnífico que haya una liga y tengamos chance de hacer otro deporte que no sea fútbol. El fútbol es bueno, pero no a todos nos gusta”, destacó.

Además, manifestó que en el futuro podría ser un gran aporte para Barcelona, ya que tiene un buen lanzamiento de tres puntos, al igual que su ídolo, el estadounidense LaMelo Ball, el base (posición) del equipo Charlotte Hornets.

“Barcelona es un buen equipo para empezar, donde quisiera jugar de ala-pívot. Antes no veía una posibilidad para ingresar en este deporte, pero ahora hay opciones para poder jugar en todo el país. Ya hay equipo de varios lugares”, acotó.