Con 36 años a cuestas y un corazón más tricolor que nunca, Hernán Galíndez demostró una vez más por qué es uno de los arqueros más confiables del fútbol ecuatoriano. Nacido en Argentina, pero con un arraigo a nuestra tierra que lo convierte en un verdadero ecuatoriano, Galíndez fue el héroe de la noche en el Metropolitano de Barranquilla.

En un partido donde la Tricolor necesitaba de todos sus jugadores, el guardameta argentino nacionalizado ecuatoriano respondió de manera excepcional. Con siete atajadas claves a lo largo de los 90 minutos, Galíndez fue el verdadero muro infranqueable que evitó que Colombia pudiera vulnerar el arco ecuatoriano. Sus reflejos felinos, su ubicación impecable y su seguridad transmitieron tranquilidad a toda la defensa.

Gracias a su destacada actuación, Ecuador logró una histórica victoria en suelo colombiano, poniendo fin a una sequía de 59 años sin ganar en Barranquilla por Eliminatorias Sudamericanas.

Galíndez, con su experiencia y liderazgo, se convirtió en el líder indiscutible de la defensa y demostró que a sus 36 años sigue siendo un jugador fundamental para la Selección Ecuatoriana.

Su actuación no solo fue crucial para conseguir los tres puntos, sino que también sirvió para reafirmar su condición de ídolo de la afición ecuatoriana.

Galíndez, con su entrega y pasión, se ha ganado un lugar especial en el corazón de todos los ecuatorianos.

Para más noticias de este tipo, ¡SUSCRÍBETE A EXTRA!