El sonido de los motores y el color de los autos adaptados era lo que llamaba la atención en el Parque Samanes, al norte de Guayaquil, que tuvo que esperar 40 años para poder ver en la ciudad una competencia con automóviles de velocidad que llegaron de todo el país para rendir homenaje a Guayaquil en su fiesta.

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Y valió la pena la espera, porque para muchos era la primera vez que podían estar junto a un carro de estos; hoy, las fotos de muchos ecuatorianos están en sus redes sociales.

Para la mayoría, todo era novedad: desde la bandera a cuadros, los uniformes como los que se usan en la Fórmula Uno, con los mismos detalles.

Desde la noche del viernes, los autos habían comenzado a llegar; hasta hubo trailers que los trajeron desde Quito y Cuenca. Daba gusto ver a niños en los hombros de sus padres viendo los carros con colores que llamaban la atención. En realidad, era una fiesta que el guayaquileño estaba esperando desde hace tiempo.

El Gobernador del Guayas, Vicente Auad y el mentalizador Roberto Gilbert, con bandera en mano, dieron la partida. Mientras esto pasaba, había personas que iban de carro en carro tomándose fotos. Auad, al ver los autos, estuvo cerca de entrar a la competencia; dijo que esto lo emocionó.

Joffre Armas llegó desde Quito para rendir homenaje a Guayaquil. Su carro fue armado por JM Competición y estuvo liderando en las primeras diez vueltas, al mando de un Nissan Sentra V3 clásico, que tiene ya 10 años. “Esto lo hacemos por Guayaquil; es un gusto poder venir a esta ciudad. Es la primera vez que llegamos con nuestro vehículo”, expresó Armas.

Mientras que desde Machala, Álvaro Quimi llegó al mando de un Kia Picanto, con destellos amarillos y la palabra “Machala” en grande. Comentó que veía con alegría a este tipo de eventos que se dan en Guayaquil.

La presencia de los famosos Morris, tanto clásicos como modernos, fue lo que llamó la mirada, había uno con el clásico número 6.

El pequeño Carlos Flores, entre risas, le decía a su papá que esperaban que apareciera Rayo McQueen, el famoso piloto de las películas “Cars”, lo que causaba risa en su padre.

Al final, lo que reinó fue la camaradería entre pilotos, con la gran pregunta al organizador: ¿Cuándo vuelven los autos a Guayaquil? Roberto Gilbert, quien mentalizó la carrera, comentó que la idea es buena, pero costó mucho trabajo de varias semanas.

“Al final valió la pena unir a todos los pilotos de Ecuador en Guayaquil en una válida, que para muchos fue su primera vez en vivo y en directo. El apoyo de las autoridades de Guayaquil y Guayas, así como a la empresa privada, creo que es el despertar del automovilismo en la Perla del Pacífico”, comentó. 

Al final, todo terminó con la premiación y gratos recuerdos de la velocidad en Guayaquil.

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