Su mamá, Sandra Rodríguez, le dio la noticia. Montada en su bicicleta salió apresurada a buscar a Dixon Vera por las calles de la cooperativa Florida 2, en el Guasmo Sur, para avisarle que, al siguiente día (el pasado lunes 15 de noviembre), tenía que ir a la práctica con el primer equipo de Emelec.

Y es que, en ese momento, a las 20:00, fue a la tienda del barrio a comprar leche y pan para la cena y dejó su celular sobre la mesa de la cocina.

“Mi mamá contestó mi teléfono y recibió el mensaje del profe Bolívar Vera (técnico). Ella llegó gritando a la tienda que me habían convocado para entrenar con el primer plantel. Fue una alegría inmensa, más que todo para mis padres”, menciona el jugador de 18 años.

La felicidad, nerviosismo y ansiedad lo abordaron porque se le presentó la oportunidad de demostrar sus dotes como atacante ante la plantilla principal, la cual buscó desde 2018 que llegó a la categoría sub-16 del Bombillo.

Esa mezcla de sensaciones le duró hasta que tuvo el primer contacto con sus nuevos compañeros en el polideportivo de Los Samanes, al norte porteño. Es más, cuando se reunieron en el comedor para desayunar prefirió coger poca comida porque le dio vergüenza.

“Los saludé a todos y me recibieron bien. Luego me senté al lado de Alejandro Cabeza y me preguntó por qué no cogí casi nada de comida. Tenía hambre, pero como estaba avergonzado le dije que ya había desayunado en mi casa y estaba lleno. Ahora, ya me siento con más confianza y me sirvo toda mi comida”, revela entre risas.

Su debut

Dixon rememora con emoción el día que disputó sus primeros minutos en la Primera División de Ecuador, el pasado 27 de noviembre cuando Emelec ganó (4-0) al Manta, en el estadio Capwell. Ingresó al minuto 78 por el colombiano Alexis Zapata.

“Yo no sabía que iba a jugar porque al día anterior (26 de noviembre) jugué con la reserva los 90 minutos del partido contra Independiente, incluso salí con dolencias por el cansancio. Recién me dijeron que iba a jugar cuando me llamó el profe. En ese momento volvieron los nervios porque no me podía sacar ni el chaleco”, acota.

Tras este enfrentamiento, también fue convocado para la final contra Independiente del Valle. “Fue una cosa tremenda que se me salieron las lágrimas. En la segunda final fue decisión de nosotros continuar el partido, en el camerino estábamos como unos leones, pero lamentablemente la cancha y la lluvia no ayudaron”.

Finalmente, Dixon destaca que espera ser incluido en la pretemporada del Foco. “Marcos Mondaini (director deportivo del club) me dijo que descansara y que esperara la llamada. Espero ser incluido porque ya me quiero quedar con el equipo principal”.