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Carlos Garcés tuvo una buena producción de goles en Cienciano.Cortesía Cienciano

Carlos Garcés: “Carlitos, ¿cuándo regresas?”, me dice la gente de Barcelona

Afirma que el fútbol es de momentos. Dice que cuando fallaba en Barcelona lo insultaban y cuando anotaba en Cienciano, le pedían que regrese

Carlos Garcés es el hombre gol del Cienciano, de la Liga 1 de Perú. Su accionar en Delfín, Barcelona y 9 de Octubre hizo que sus goles se queden en la retina de los ecuatorianos. El jugador, de 33 años, habla de lo que ha sido su vida en el primer año en el fútbol peruano y recuerda lo que le dicen los hinchas de Barcelona.

Carlitos, para sus fans, vive la madurez de su carrera: este año convirtió 16 goles en 31 partidos.

EXTRAhabló con el nacido en las menores del Manta y que ha paseado su fútbol por los grandes de Ecuador, México y ahora Perú.

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16 goles con Cienciano en el 2023, esa es una buena cantidad de anotaciones.

Contento con lo que me ha pasado, ha sido una buena producción de goles, ha sido un año bueno para mí y eso es muy importante.

Desde el 2019 no tenías una gran producción de goles.

Ese año hice 23 goles, en 2020 fueron 15 y ahora lo que se dio, gracias a Dios. Claro que el tiempo que estuve en Barcelona no me fue bien en las anotaciones. Lo del 2023 ha sido el reencontrarse con lo que es la vida del delantero.

En Cienciano el arco se abrió.

Desde que llegué fue un ambiente lindo: los compañeros, el cuerpo técnico, los hinchas me dieron la confianza para hacer las cosas bien, he disfrutado mi nivel. El año fue complicado para el equipo, pero se hizo lo mejor.

Los delanteros ¿dónde reciben más golpes, en Ecuador o Perú?

Depende de varias cosas, en Ecuador se les da muy fuerte, en Perú como que se deja más jugar, pero hay que aprovechar los espacios que te dejan.

Cuando comienzan a darse los goles, ¿qué se te viene a la cabeza?

Lo primero es mi familia, que son los que siempre me están apoyando, me vaya bien o mal. En Perú estuve solo, pero sé que la familia ha estado en los momentos complicados, que gracias a Dios no han sido muchos. Cada vez que marcaba un gol, mi familia estaba en mi corazón.

El delantero tiene una vida extrema, está entre el que te quieren o no te quieren, por los goles, pero la familia siempre es hinchada fiel.

La familia siempre va a estar, la que está contigo en los buenos momentos y te arropa en los malos. El fútbol a veces te da mucho y te quita mucho. También hay compañeros muy recíprocos. Pero a veces el fútbol es muy egoísta, y no te hablo por mí, hablo en general y hay que aceptarlo: el fútbol es de momentos y hay que aprovecharlos.

Carlos Garcés fue un hombre gol en Perú.Cortesía

Cuando vienen los bajones ¿los amigos reales qué te dicen?

Qué me esté tranquilo, pero siempre la familia y amigos están en los momentos complicados; claro que cuando haces goles todos te abrazan, te ven bonito y es normal que eso suceda en el mundo del fútbol.

Cada gol que hacías en Perú, en redes sociales los hinchas de Barcelona te comenzaban a extrañar.

Con un poco de gracia, porque la vida del delantero es así. Pero se lo toma con humor, cuando uno hace goles pasa eso. En Barcelona me tocó pasar un tiempo complicado, no lo esperaba, pero me tocó pasarlo de esa manera; lo asimilé, soy una persona que está grande y cuando dicen que extrañan mis goles, lo tomo con gracia.

¿Te reías?

Sí, claro, porque cuando erraba los goles me insultaban y cuando hacía goles en Perú decían ‘que vuelva Garcés’, y uno no puede decir nada en ese rato.

Y cuando te encuentras con hinchas de Barcelona, ¿qué te dicen?

Siempre pasa eso, ‘Carlitos ¿por qué te fuiste?’, ‘¿cuándo regresas?’, y te das cuenta de que quedó el afecto de los hinchas. Esos detalles no tienen precio. Agradecido de todos los hinchas que me dieron su apoyo cuando defendí a sus equipos, soy muy grato en eso.

Los delanteros tienen que tener aceite para que todo les resbale.

La posición del delantero es la más complicada, te aman o te odian, pero hay que saber asimilar las cosas buenas y malas. Uno debe aceptar cómo se dan las cosas. Los delanteros no deben de agrandarse cuando hacemos goles ni achicarnos cuando no lo hacemos. Siempre hay que comportarse igual, y haciéndose sordo a las cosas malas que dicen.

Cada vez que pasa el tiempo, uno va aprendiendo cómo es el fútbol en verdad.

Eres de Manabí, que tiene una de las mejores comidas de Ecuador, pero llegas a Perú donde sacan pecho que tienen la comida más rica. ¿Cómo asimilar eso?

La verdad, como dice mi mamá que soy un poco mañoso, al principio me pegó fuerte lo de la comida, porque estaba solo. Y le decía a mi madre que no me podían faltar los huevos, queso ni plátano, eso es base para mi desayuno merienda, es como una obligación. Luego me fui adaptando a la comida peruana.

Ahora me he cuidado mucho en la comida, eso me ha servido para bajar unos 13 kilos y me siento bien y le saco provecho a eso.

El ecuatoriano Carlos Garcés marcó un doblete en la victoria del Cienciano ante el Tarma.Cortesía

Este año el corazón no ha sido ni de Delfín, Barcelona, Manta ni Liga, equipos en los que jugaste. ¿La familia está con otro equipo?

Mis dos hermanos están en el Astillero de Guayaquil, Diego que es defensa y Juan como director deportivo. He seguido la segunda categoría partido a partido, estuvieron cerca de llegar a la serie B. Todo ha sido Astillero, que tiene un buen proyecto de gente joven.

Cuando estaba concentrado mis compañeros me preguntaban qué estaba viendo en el teléfono y hasta ellos se hicieron del Astillero.

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