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Buena Vida

Quienes visitan la isla firman un acuerdo en el que se comprometen a llevarse todos lo que trajeron/Adrián Contreras

Corona Island, la isla del Caribe que da 'lecciones' de turismo sustentable

Este islote, en el que funciona un resort y se encuentra en Colombia, gestiona el 70 % de la energía que usa con paneles solares

De lejos, es una isla más del Caribe. Rodeada de mar azul, llena de árboles y 'decorada' con arena blanca en sus orillas. De cerca parece una activación publicitaria de la marca de cervezas, Corona. Pero de fondo se trata de un proyecto ambicioso de turismo sostenible que anhela, con experiencias, crear conciencia social y fomentar el cuidado del medio ambiente.

Corona Island, ubicada a 45 minutos de Cartagena de Indias, en Colombia, es la primera y única isla del Caribe que cuenta con Certificación Blue, que respalda, bajo estrictos estándares de calidad, que es de impacto menor con el ambiente.

Anibal León, manager de operaciones, explica que para reducir la contaminación, la isla no cuenta con plásticos de un solo uso. Además, está prohibido fumar en todas las áreas, y funciona, en un 70 % con energía de paneles solares. Pero si esto  pareciera poco, este paraíso fue construido con materiales que no acrecientan la huella ambiental. "Hemos pensado en todos los detalles desde los productos para el baño, hasta la altura de los 'bungalows' para no dañar a la naturaleza", aseguró.

En la construcción de este rinconcito caribeño participaron 180 personas, en su gran mayoría, colombianos. Además, quienes aquí laboran atendiendo a los huéspedes se dicen comprometidos con la ideología del lugar ya que son quienes más velan porque las reglas de manejo de desechos se cumplan en su totalidad.

Anibal también asegura que él éxito del proyecto no solo está en los procedimientos, si no también en las experiencias que se ofrecen a los invitados.

Una de las experiencias que ofrece la isla es el rescate de manglares en el sector/Adrián Contreras

Corona Island ofrece tres experiencias a quienes lo visitan y que conectan con su idea de un mundo amigable con el entorno. Una de estas es la estadía en un lugar sostenible y sin contaminación que busca que se replique en otras lugares. Y las otras dos que se relacionan con la protección de los corales y la recuperación del manglar.

León asegura que mostrar el daño que han sufrido los entornos marinos busca crear conciencia sobre su cuidado.

Andrea Rendón, licenciada en turismo y comunicadora social, asegura que haber llegado a Corona Island ha sido una oportunidad para aprender y vivir, al menos por unos días, de forma responsable con el medio ambiente. “El proyecto es diez de diez. Volvería todos los años para vivir está dinámica que te acerca con un mundo mejor”.

La isla tiene una capacidad para albergar a 500 personas, pero solo se permiten hasta máximo a 40 en simultáneo para generar menos basura/Adrián Contreras

En Corona Island hay una serie de especies de animales que fueron introducidas como parte de un proceso de liberación en un hábitat más parecido al que  les corresponde. Aquí se pueden hallar monos, un tucán, pavos reales, entre otros.

Estos animales suelen interactuar con los visitantes, sin embargo solo son alimentados por los responsables de dicha labor en la isla.

Así como este proyecto protege a estos ejemplares, también aportan con la conservación de otros como los corales y las tortugas de carey. Para cuidar de esta última especie, construyeron los ‘bungalows’ a una distancia prudente para el desove de las tortugas.

Cuando hallan nidos, los monitorean y cuando los huevos eclosionan conservan 30 de estos para darles seguimiento y liberarlos 8 meses después y garantizar su crecimiento en el océano.

Corona Island, en una extensión tan pequeña de tierra ha demostrado que las prácticas sostenibles y que cuidan del ambiente son posible.