El colombiano Jonathan Albeiro Jiménez Moreno había residido en Ecuador durante dos años. Inicialmente vivió en Pascuales, pero hace un año se mudó a Posorja, ambas parroquias de Guayaquil. En esta última localidad trabajaba como taxista informal hasta la madrugada de ayer, cuando fue asesinado a tiros.

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El extranjero, de 35 años, es una de las cuatro víctimas mortales de un hecho violento registrado, la madrugada de ayer, en la intersección de la avenida Gutiérrez Chagay y Simón Yaki, en la mencionada parroquia.

Los otros tres fallecidos son Roberto Carlos Quito Villanueva, Evelyn Vanessa García Solórzano y Víctor Palacios Díaz. Ninguno de ellos registraba antecedentes penales.

De acuerdo con información de la Policía, las víctimas trabajaban como taxistas informales y, en el momento en que fueron atacadas, estaban esperando pasajeros que salían de un evento en esa zona. A 10 metros del sitio del suceso que acabó con la vida de estas cuatro personas, y con el que el distrito Progreso, al cual pertenece Posorja, contabiliza 67 asesinatos en lo que va de 2024, quedó el vehículo en el que laboraba el colombiano.

Sus familiares indicaron a este Diario que, minutos antes del hecho, él se había comunicado con su esposa, quien es ecuatoriana, y le manifestó que iba a trabajar un poco más, ya que había un concierto y quería completar el dinero para pagar la letra del carro en que trabajaba.

Otra fuente policial informó que se desconocen los motivos que originaron esta matanza; sin embargo, reveló que en esta parroquia de Guayaquil están asentadas dos organizaciones criminales: Los Lobos y Los Choneros, y que otra banda delictiva, Los Tiguerones, también está ingresando a esta zona. Estas bandas disputan el territorio para el expendio de droga y otros delitos como robos, secuestros y extorsiones.

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“Existen dos bandos de Los Lobos, pero no trabajan juntos, están situados en diferentes sectores. Unos delinquen cerca del mar, el otro bando dentro de la parroquia. Estos últimos son en su mayoría menores de edad y los usan para cometer sicariatos. Los Choneros están asentados en algunos sectores de la parroquia y tienen conexión con los miembros de su misma banda que opera en Playas. Los Tiguerones es la banda que se está infiltrando en esta zona”, señaló la fuente.

En el lugar de los hechos, la Policía recogió seis vainas percutidas calibre 3.80, siete vainas calibre 2.23 y seis vainas calibre 9 milímetros.

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