Si el radiador de tu ‘nave’ no anda bien, ¡preocúpate!, pues el motor puede recalentarse y terminar fundido si ese problema no se soluciona a tiempo.

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La principal señal de que el radiador tiene problemas es el aumento en la temperatura del vehículo. Según mecánicos consultados por EXTRA, la situación se complica cuando el radiador se contamina con aceite. En ese caso, el daño puede ser irreversible y requerir una limpieza total, conocida como baqueteado, o incluso el reemplazo completo del componente.

Así lo explica Luis Nivelo, profesional en mantenimiento y reparación del sistema de enfriamiento de automóviles, y propietario de un taller donde se ofrece la reconstrucción del radiador para restaurar su funcionalidad.

Esta opción, muchas veces, es la más acertada porque permite conservar la pieza original del vehículo.

Cuando un vehículo se recalienta, según Nivelo, pueden surgir fallas en la bomba de agua, el termostato, o el ventilador. También es posible que el tanque del radiador se haya perforado debido al fin de su ciclo de vida, o que los empaques del motor estén dañados.

Una de las partes del radiador que se puede reemplazar es el tanque, ubicado en un costado y frontal del vehículo. Según los profesionales, en muchas ocasiones es más conveniente colocar un tanque nuevo como repuesto en lugar de adquirir un radiador completo, ya que, dependiendo de la calidad, este último puede funcionar solo durante seis meses.

Para evitar problemas con el sistema de enfriamiento del vehículo, Lenin Mieles, mecánico profesional con más de dos décadas de experiencia, recomienda someterlo al menos a un mantenimiento anual.

“Es importante realizar una limpieza profunda del radiador para prevenir la oxidación que podría contaminar el motor y adherirse a sus paredes”, dice.

Mieles también destaca la importancia de usar refrigerante de buena calidad en lugar de agua potable, que puede generar acumulación de suciedad.

“Durante el mantenimiento del radiador, es crucial limpiar meticulosamente todos los conductos para asegurar una circulación de agua óptima. Esto previene obstrucciones y problemas que afectan a todo el sistema, lo cual puede elevar la temperatura del motor”, explica Mieles.

Además, subraya que siempre es esencial usar refrigerante, ya que el agua de la llave contiene cloro en exceso, lo que puede causar corrosión severa en el motor del vehículo.

Recomienda también el uso de agua destilada para el radiador, ya que protege todos los componentes del sistema de enfriamiento.

En la actualidad, los radiadores son fabricados principalmente de plástico, en contraste con los antiguos de acero o bronce.

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