Cientos de familiares de personas privadas de la libertad (PPL) que permanecen en la cárcel de Latacunga, capital de Cotopaxi, se dieron cita en las afueras del lugar. Llegaron con carteles, pitos y globos blancos para pedir paz entre los internos.

La convocatoria a la protesta fue para la gente que tiene a sus parientes en las áreas de mediana y mínima seguridad de dicho reclusorio. Ellos, según los presentes, estarían en grave peligro por quienes se encuentran en la zona de máxima.

Según una de las personas que fue al sitio, la consigna con la que se concentraron allí, era buscar que se sacara de las instalaciones carcelarias a gente que forma parte de la banda delictiva Los Choneros. “No los queremos aquí”, gritaban los presentes, quienes pedían que no haya más muertes de las PPL.

Las extorsiones

A decir de una de las manifestantes, el problema que están teniendo dentro del centro de privación de libertad son las coimas que estarían obligados a pagar a ese grupo criminal. “Cuando alguien ingresa, se debe cancelar 20 dólares”, contó la allegada de una de las PPL.

Según la mujer, actualmente habría la intención de que los internos de máxima seguridad querrían pasarse a los sectores de mínima y mediana seguridad para cometer crímenes selectivos. Agregó que este tipo de órdenes vendrían desde la cárcel de Guayaquil, a nombre de un líder de Los Choneros que tendría a –por lo menos– 15 de sus compinches en la cárcel de Latacunga.

Ante esta problemática, los parientes de las PPL ruegan que estos sujetos sean llevados a otros centros para evitar futuras masacres.

Acciones contra la violencia

Debido a los problemas dentro de este y los demás centros del país, la mañana de ayer se realizó una comparecencia en la Asamblea Nacional. Lo hizo Edmundo Moncayo, director del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), ante la Comisión Especializada de Soberanía y Seguridad Integral.

El funcionario explicó que para la disminución de los índices de violencia –que tuvieron su repunte en febrero pasado con una matanza–, se ejecutaron 18 proyectos en 28 centros de privación. Se gestionó el mantenimiento de los lugares donde están las PPL, se realizaron talleres, se repotenciaron los centros, entre otros.

Sin embargo, una de las problemáticas que se tiene que afrontar, según Moncayo, está también enmarcada a la sobrepoblación carcelaria. El líder del SNAI indicó que la capacidad de la infraestructura es para 30.165 personas, pero actualmente hay 39.150.

John Villacís, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, comentó que los índices de violencia han tenido su incremento debido a que no solo hay un problema en el sistema de rehabilitación. Sino también la presencia de Los Choneros, Tiguerones, Chone Killers, entre grupos criminales que manejan economías criminales.

“Existen muchísimos esfuerzos para contener la violencia y no solo se soluciona con los traslados”, enfatizó. Villacís acotó que a más de estos graves inconvenientes, se debe tomar en cuenta que hay problemas para manejar a las PPL, así como el uso de tecnología obsoleta, falta de profesionalización de agentes penitenciarios y la corrupción.

Y entre lo que se debería aplicar para retomar el control está la implementación de una política pública que brinde soluciones estructurales al sistema penitenciario.