Este 8 de octubre se cumple el tercer día de la detención de un hombre llamado Vinicio Andrés Naranjo Irua, quien protagonizó un tenso momento con la Policía del Distrito de Tumbaco, en el oriente de Quito.

Su caso se hizo viral luego de que las personas que circulaban por el nuevo puente sobre el río Chiche durante la tarde del 6 de octubre. Naranjo Irua aparentemente era perseguido por policías y para evitar su detención se trepó por las mallas que se colocaron en el viaducto.

Su intención era lanzarse a la quebrada para que no lo llevaran a la cárcel. Este tipo ya había sido detenido en anteriores ocasiones por el delito de tráfico de drogas, según los registros de la Judicatura.

Fue así que la alerta fue comunicada a más gendarmes, quienes fueron al sitio y hallaron al sujeto parado afuera de las barandas del puente. Según un extracto policial, Naranjo Irua no quería que estuvieran los uniformados sino se arrojaría.

El hombre estuvo parado desde aproximadamente las 16:00 del domingo. Desde esa hora, la gente empezó a agolparse para mirar lo que sucedía. Al mismo tiempo, se llamó a miembros del Cuerpo de Bomberos y a una psicóloga para que atendieran la emergencia.

Los agentes estuvieron atentos pero no se acercaron para evitar que Naranjo Irua se lanzara. Hubo personas que intentaban convencer al delincuente que desistiera pero parecía que ningún argumento lo convencía.

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Cuando los agentes revisaron los datos del traficante, se percataron que este delincuente tenía una orden de captura vigente y había estado prófugo de la justicia durante un año. En la Judicatura consta que Naranjo Irua fue detenido en San Juan de Cumbayá, oriente de Quito, en agosto de 2023.

Los agentes lo habían identificado en esa zona mientras hacían un operativo antidelincuencial. Cuando él los vio, se fue corriendo y al atraparlo le encontraron 33 fundas con marihuana. Pero en la audiencia se determinó que su caso se iba a realizar en un procedimiento directo.

El juez le dio libertad con la condición de que debía presentarse, cada seis días, en Fiscalía como parte de la investigación. Sin embargo, Naranjo Irua nunca lo hizo porque huyó.

Los bomberos y la psicóloga conversaron con Naranjo Irua sobre su situación. Las personas miraban con temor ante cualquier reacción negativa del delincuente que seguía parado en la baranda, sonriendo a quien lo grababa.

Durante tres horas se mantuvo el diálogo con este sujeto que era procesado por su delito habitual: tráfico de drogas. Luego de ese tiempo, al fin pudieron evitar que el implicado se matara como había amenazado.

Tras su captura, se ofició la legalidad de la detención para que respondiera por el delito de hace un año. Por ahora, se confirma que estará en prisión mientras se indaga algún otro tipo penal por su fuga.

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