Exclusivo
Actualidad
Hombre logró conocer a su padre biológico, once días antes de morir
La víctima, quien sufría de cáncer terminal, fue dado en adopción cuando nació. Tras buscar a su papá, le envió una carta y pudo reencontrarse con él
Un hombre, a quien le quedaban once días de vida como consecuencia de un cáncer terminal, logró reencontrarse con su padre biológico al que jamás tuvo la oportunidad de conocer, porque su madre lo entregó en adopción.
Sam Anthony quien lidiaba contra un cáncer agresivo de garganta y boca desde 2005, le envió una carta a Craig Nelson explicándole que, tras haber investigado registros públicos y revisado pruebas de ADN, pensó que él podría ser el padre biológico al que nunca conoció, pues su madre lo había dado en adopción cuando nació.
Según relata el New York Times, Nelson, de 78 años, contó que desde hacía décadas había perdido la esperanza de encontrar a su hijo. En 1969, cuando el adulto mayor estaba por terminar su servicio militar como médico del Ejército en Carolina del Norte, su novia de entonces lo llamó y le contó que era padre de “un saludable bebé de 4.37 kilogramos”, pero que lo había entregado en adopción.
Consternado por la noticia, él y sus padres consultaron con abogados y funcionarios de adopción para ver si podían recuperar al niño, pero se enteraron de que los hombres no tenían casi ningún derecho cuando las madres decidían dar en adopción a sus bebés.
Con el paso de los años Anthony entró a trabajar como técnico y archivista en la agencia gubernamental de Archivos Nacionales y Administración de Documentos, labor que le dio la oportunidad de conocer a presidentes, artistas y personalidades de todo tipo.
Efecto Cenicienta... cuando el trato es diferente entre los hijos e hijastros
Cuando Nelson escuchó todo eso, se alegró al saber que la vida de su hijo había resultado más rica y plena de lo que habría sido con él. A inicios de agosto de este año, el progenitor viajó en auto para encontrarse con Anthony en Virginia.
Durante el reencuentro, Nelson se sentó junto a la cama de su hijo para conversar del pasado de ambos, admite que tuvo que guardar la compostura para no llorar, pensando en todo lo que no pudieron compartir.
Dijo que, "fue una combinación de los momentos más tristes de mi vida, pero también de los que más orgulloso me sentí”. Días antes de morir, el 20 de agosto, le dijo a su padre que se verían de nuevo en el cielo.
