Hoy, celebramos el Día Internacional de la Paz. Esta fecha, establecida por las Naciones Unidas, nos invita a reflexionar sobre la importancia de la armonía y la convivencia pacífica entre todos los pueblos.

Pero el 21 de septiembre también es un día marcado por otros acontecimientos históricos que han moldeado nuestro mundo.

En 1792, un hecho trascendental conmocionó a Europa: la Asamblea Legislativa de Francia proclamó la Primera República Francesa, poniendo fin a la monarquía absoluta. Este evento desencadenó una serie de cambios políticos y sociales que resonaron en todo el continente.

En 1937, J.R.R. Tolkien nos regaló una obra maestra de la fantasía: El Hobbit. Este libro, precursor de El Señor de los Anillos, nos sumergió en un mundo de aventuras y nos presentó a personajes inolvidables como Bilbo Bolsón y Gandalf.

A lo largo de la historia, el 21 de septiembre también ha sido testigo de desastres naturales que han dejado una profunda huella. En 1934, el tifón Muroto azotó Japón, causando miles de víctimas. Estos eventos nos recuerdan la fragilidad de nuestro planeta y la importancia de la prevención.

Pero el 21 de septiembre también ha sido testigo de momentos clave en la política y la sociedad contemporáneas. En 1998, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, enfrentó uno de los momentos más difíciles de su mandato al testificar ante un Gran Jurado por su relación con Monica Lewinsky.

Más recientemente, en 2019, un grupo de jóvenes activistas liderados por la sueca Greta Thunberg conmovieron al mundo al exigir acciones urgentes contra el cambio climático durante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Su mensaje resonó en todo el planeta y movilizó a millones de personas a unirse a la lucha por un futuro más sostenible.

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