Una nominación polémica. Aunque fue escogido como candidato a vicepresidente para las elecciones de febrero de 2025, la relación de Diego Borja con el correísmo no siempre fue buena.

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De hecho, Borja y el líder de la Revolución Ciudadana, el expresidente Rafael Correa, se distanciaron en 2012 por un supuesto manejo fraudulento de firmas ante la autoridad electoral.

Para entonces, Borja intentaba inscribir su movimiento, Poder Ciudadano. Sin embargo, el excanciller Ricardo Patiño, ahora candidato a asambleísta nacional, alertó de un supuesto fraude.

“Hemos retirado a Diego Borja del gobierno. Su manejo irregular en la entrega de firmas para la inscripción al CNE nos obliga a tomar esta decisión”, publicó Patiño en septiembre de 2012.

La postura del régimen de Correa le hizo sentir traicionado a Borja: “Renuncié al gobierno de Correa porque no puedo ser parte de un gobierno que apuñala por la espalda”, publicó entonces.

Desde entonces, Borja se mantuvo orbitando en la política y asomó durante el régimen de Lenín Moreno, a quien su movimiento apoyó en las presidenciales de 2017.

Más de diez años después de ese cruce de acusaciones, Borja reaparece en la palestra electoral como el candidato a vicepresidente de Luisa González, quien volverá a competir por la Presidencia en 2025.

“Hoy, la patria me llama en el momento más oscuro”, dijo Borja durante su primera intervención en la convención que realizó la RC5 en el coliseo Voltaire Paladines de Guayaquil, el sábado 10 de agosto, y sinceró su admiración hacia Correa.

Borja también señaló que “lo que nos diferencia de la oligarquía es que nosotros no nos movemos en el odio. Nos hemos movido y moveremos por el profundo amor a esta patria”.

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