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Ayuda social
Al calor de la solidaridad
Fundación ayuda a madre emprendedora a levantar su negocio de costura, luego de perderlo en un incendio
![emprendedora](https://imagenes.extra.ec/files/image_full/uploads/2021/01/16/6003537b5c291.jpeg)
Mariela Rodríguez, de 58 años, vive hace 28 en la Cooperativa 25 de Julio, en el cerro San Eduardo, norte de Guayaquil. Ella cría a sus tres hijos, Anthony Ariel, de 16 años; Anthony Rafael, de 14 y Gerard de 12, a punta de hilo y aguja, es costurera.
En septiembre de 2019 su vivienda de caña fue incendiada, el cilindro de gas explotó, solo hubo pérdidas materiales. Las llamas consumieron un 90 por ciento de sus pertenencias y también afectó a su trabajo: el fuego calcinó la máquina de coser, con la cual hacía varios ‘cachuelos’.
En el tiempo que estuvo sin maquinaria se las ingenió para llevar la ‘papa’ a su hogar, para ello ponía sueros, inyecciones, asimismo aprovechaba para hacer mandados, cuidar a alguien, lo que salía.
Gracias a la solidaridad de los vecinos ella pudo comer con sus hijos; la ‘pipol’ del barrio les proveía alimentos y también le ayudaron a reemplazar algunos objetos incinerados, como colchones, olla, madera y zinc, estos últimos para que la casa vuelva a ser habitable.
Sin embargo, Mariela, en diciembre pasado, recibió la visita de los miembros del proyecto social ‘Emprendiendo juntas’, quienes le devolvieron el sueño de volver a laborar en la costura.
Las voluntarias le ayudaron a levantar su negocio y le regalaron una máquina de coser industrial, telas; de igual manera le llevaron alimentos, ropas, zapatos y una laptop para sus vástagos, quienes ahora pueden estudiar con mayor comodidad en tiempo de pandemia.
![emprendedora](https://imagenes.extra.ec/files/content_image/files/fp/uploads/2021/01/16/600353b2a1f68.r_d.496-516-6979.jpeg)
Mariela está feliz, pues los moradores de su sector le están haciendo pedidos. Actualmente ha entregado más de 10 vestidos, una decena de shorts y varios forros para muebles, esto le ha representado 100 dólares. Ella está agradecida por la ayuda prestada, con la cual pudo cortar la ‘chirez’.